Las emociones estéticas y el síndrome de Stendhal

¿Sabes lo que es una emoción  estética?
 Quizás no sepas la definición exacta, pero si alguna vez te has emocionado ante un paisaje bonito o se te ha erizado la piel escuchando una canción, entonces puedes afirmar que has experimentado este tipo de emoción.

Simplificadamente, las emociones estéticas son aquellas que se experimentan ante la belleza, sea cual sea la forma que ésta adopte. Una puesta de sol, una escultura, un cuadro, un rostro, una voz, vivir un momento hermoso, la satisfacción tras finalizar un trabajo bien hecho,…son muchas las ocasiones que nos brindan la oportunidad de sentir emociones estéticas. Pero sin duda alguna, el cine es el principal generador.

Las personas miramos películas para experimentar emociones, aunque no siempre seamos conscientes de ello y emocionarnos con una película es otro claro ejemplo de emoción estética.

– EMOCIONES ESTÉTICAS Y SALUD
Investigaciones en el campo de la bioquímica emocional han observado que la composición química de una lágrima de una emoción estética no es la misma que la de una lágrima de tristeza, ira o dolor. Mientras que la primera contribuye a la defensa del sistema inmunitario, la segunda lo debilita.

La musicoterapia, es un ejemplo de aplicación práctica de los beneficios de la música para la salud, pues gracias a la música podemos activar muchísimas emociones positivas como alegría, entusiasmo, agradecimiento, aceptación, relajación… También hay muchos ejemplos de música utilizada para provocar una emoción: el himno de un equipo, una marcha militar, música religiosa como el Góspel o un mantra en yoga, son solo algunos de ellos. Ya lo dice el refrán:

 Quien canta su mal espanta.

 

-EMOCIONES ESTÉTICAS Y EDUCACIÓN
Aprender experimentando emociones estéticas, es decir, aprender emocionándose y disfrutando con ello, es una forma fantástica de motivar para el aprendizaje. Por eso, que los niños aprendan desde la experiencia, en contacto directo lo que se les enseña, es mucho más efectivo que horas y horas de teoría, pues se sabe que hay una relación directa entre emoción positiva y motivación.  Como decía Benjamin Franklin:

Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.

-EL SÍNDROME DE STENDHAL
Se cuenta que en 1817, cuando el escritor francés H.B. Beyle viajó a Florencia éste se quedó conmocionado por todo el arte en encontró en la ciudad. Este escritor usaba el pseudónimo de Stendhal, de ahí que a finales de 1970, la psiquiatra Graziela Mangherini pusiera ese nombre al trastorno que estudió en muchos turistas que visitaban Florencia y que quedaban impresionados por la belleza de la ciudad. Encontrar tanto arte en tan poco espacio, les provocaba un placer que sobrepasaba el control de la persona, lo que provocaba mareos y malestar.

Aunque hoy en día el síndrome de Stendhal no se considera un trastorno mental, sirve para definir lo que también se conoce como «el mal del viajero» o el «síndrome de Florencia» y que se produce cuando una persona se expone a una gran cantidad de belleza en poco tiempo.

-LAS EMOCIONES ESTÉTICAS Y EL BIENESTAR EMOCIONAL
Ahora que ya sabemos más sobre este tipo de emociones y los beneficios que nos aportan, es hora de introducirlas en nuestro día a día para mejorar nuestro bienestar emocional. Aquí os dejo algunas sugerencias y estaré encantada de leer las vuestras:

  • Encontrar un momento al día para escuchar nuestro cd de canciones favoritas.
  • Cada mañana, cuando salgamos a la calle, dedicar unos instantes para observar el cielo.
  • Apagar todos los aparatos que provocan ruido y disfrutar de un momento de silencio.
  •  Practicar cualquier forma de baile como vía de expresión artística y actividad física.
  • Leer un libro que nos guste.
  •  Prepararnos de vez en cuando nuestro plato favorito para comer.
  • Disfrutar del placer de quitarse los zapatos después de todo un día fuera de casa.
  • Pasear por la naturaleza, ya sea mar o montaña.
Anuncio publicitario

4 comentarios en “Las emociones estéticas y el síndrome de Stendhal

  1. Hola, muy buen post, me ha gustado mucho, pero no entiendo por qué dice usted «Pero sin duda alguna, el cine es el principal generador»: ¿acaso no depende de cada uno, de sus gustos y sus pasiones? Yo en Firenze sufrí sindrome de Stendhal: después de haber visitado la Cacpella Brancacci, me maree por la calle y tuve que ponerme en cuclillas. Además, el síndrome de Stendhal se originó antes de la invención del cine, ¿correcto?

    Me gusta

    1. Gracias Claudio por compartir su experiencia en esa bella ciudad italiana. ¿Ha llegado a sentir algo similar en alguna otra ciudad? si es así le animo que, si le apetece, la comparta también.
      En cuanto a su frase «el cine es el principal generador» no me refiero a que sea la única o la más importante fuente de emociones estéticas sino más bien al gran volumen de emociones estéticas que es capaz de producir/generar. A través de los diferentes géneros (drama, suspense, terror, humor, románticas, musicales…), el abanico de emociones que podemos llegar a experimentar es muy amplio y diverso, incluso una misma película puede producirnos muchas emociones estéticas a través de su banda sonora, de su fotografía, de la interpretación de los actores, del hilo argumental de la historia…
      Saludos!!

      Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s